UGT recuerda los 80 años de la liberación de Mauthausen: “El campo de los españoles”
El sindicato considera que el recuerdo de estos aniversarios es una oportunidad para recordar que las ideologías que dieron lugar al encarcelamiento y exterminio sistematizado de personas siguen vigentes y ganan fuerza en todo el mundo a día de hoy
Fecha: 05 May 2025

Hoy, 5 de mayo, se cumplen 80 años de la liberación del campo de concentración de Mauthausen, uno de los más terribles y sangrientos de la Segunda Guerra Mundial.
Mauthausen, cerca de Viena, fue uno de los lugares donde más españoles fueron encarcelados durante el nazismo, unos 7.000, en su mayoría republicanos que lucharon contra el fascismo en España y posteriormente en el exilio contra los nazis y de los que no queda ningún superviviente.
Mauthausen fue uno de los pocos campos clasificados como de “Grado III”, lo que indicaba que eran los más duros y brutales con los presos considerados enemigos políticos del Reich. Su infausta memoria hace justicia a lo que allí se vivió: una violencia constante que marcó una de las cuotas más altas de la crueldad humana. La liberación de Auschwitz en enero de 1945 hizo que Mauthausen se convirtiese en uno de los últimos reductos del régimen nazi en Europa.
Mauthausen es sinónimo de uno de los episodios más oscuros de la humanidad. Casi 200.000 personas fueron deportadas al campo de exterminio y se asesinó a 90.000, entre ellas a cerca de 5.000 españoles, varios centenares de ellos en cámaras de gas. La combinación de hambre, trabajos forzados, falta de atención médica y torturas constituyó el cóctel mortal que llevó al asesinato de miles de personas que sufrieron un infierno diario.
Los campos de concentración como Mauthausen fueron el resultado directo del ascenso del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Partido Nazi), que llegó al poder en Alemania en 1933 aprovechando una profunda crisis económica, social y política tras la Primera Guerra Mundial. El nazismo fue ganando adeptos mediante un discurso populista, nacionalista y profundamente racista, que culpaba de todos los males a las minorías étnicas, a los comunistas, a los sindicatos y a los enemigos del Reich. Una vez en el poder, Hitler estableció una dictadura totalitaria que eliminó todas las libertades democráticas y persiguió sistemáticamente a toda disidencia.
Este es un contexto que resuena en nuestros días. Formaciones políticas que recurren al populismo, el nacionalismo y la xenofobia para, en un contexto de crisis económicas e institucionales a escala global, culpar de todos los males a las minorías étnicas, las mujeres, los sindicatos o las personas migrantes. La historia no se repite, pero rima, y las crisis que hicieron florecer aquellos discursos se parecen a las que vivimos a día de hoy. Crisis que nos demuestran la inviabilidad del ascenso social a través del sistema y la incapacidad de las instituciones internacionales para luchar contra la desigualdad económica, el cambio climático o defender la resolución pacífica de los conflictos armados. Un contexto social en el que el miedo es un capital político más.
En este contexto es imprescindible no olvidar jamás a todas las víctimas del nazismo, la memoria de los horrores que provocaron, la brutalidad que ejercieron en campos como Mauthausen, y cómo ya usaron nuestro miedo contra nosotros mismos. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) considera que el recuerdo de estos aniversarios es una oportunidad para recordar que las ideologías que dieron lugar al encarcelamiento y exterminio sistematizado de personas siguen vigentes y ganan fuerza en todo el mundo a día de hoy.
El partido Nazi no se presentó a las elecciones con la promesa de construir estos campos de exterminio. Sin embargo, sí se presentó con los discursos que posteriormente justificarían la construcción de los mismos. Amparándose en una crisis económica e institucional de la que culpaban a inmigrantes y a toda organización contraria a sus ideas, fueron sembrando la semilla del odio que más tarde les permitió legitimar sus políticas de exterminio.
La historia nos muestra que el silencio o la indiferencia ante estas ideologías puede tener consecuencias devastadoras. Recordar a las víctimas y las atrocidades del pasado refuerza la importancia de defender la democracia, la justicia social y la dignidad de todas las personas. Por ello, ahora más que nunca, es fundamental reafirmar los valores democráticos y de defensa de los derechos humanos, valores de la Europa en la que creemos.
Para ello defendemos una coordinación más estrecha con la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y sus miembros, además de una posición más clara de las instituciones europeas y sus órganos jurídicos para impedir el avance de la Internacional del Odio en Europa por las vías legales, entenderlos como un actor político más, puede ser un error insalvable que le cueste la misma existencia a la Unión Europea.
Aprovechamos la ocasión también para recordar a aquellos afiliados y militantes que perecieron en este campo de concentración. Su ejemplo es una inspiración de la resistencia y la solidaridad propia de nuestra organización. La historia de quienes resistieron en Mauthausen, así como en otros campos de concentración y exterminio, nos recuerda que la lucha por la justicia y la libertad es posible, incluso en las circunstancias más adversas. Es el ejemplo de estos lo que ha de guiarnos a la hora de enfrentar los desafíos sociales actuales y a recordar que nunca debemos dar un solo paso atrás frente al odio.